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Tema 3: Soy único pero no el único

Un bebé, lo primero que suele descubrir es la cara de su madre y desde ese descubrimiento comenzará a reconocer que no está solo. Cada ser humano es único, pero enseguida es consciente de que no es el único. La persona está hecha para relacionarse con los demás: estamos hechos para “el encuentro”.  

 

¿Cuál es la actitud adecuada para relacionarse? El respeto. ¿por qué? porque el respeto consiste en reconocer el valor que tienen las cosas y las personas y por tanto tratarlas según ese valor. Es una forma de decir: tú vales; tú eres importante, yo lo reconozco, y por eso te trato bien. Si no respetamos a los demás en el fondo es una señal de que no sabemos lo que valemos nosotros mismos. 

 

Los seres humanos establecemos diversos tipos de relaciones, entre las que destacan:  

  • Con la naturaleza y con las cosas: el cuidado de las plantas, de los animales y del medio ambiente; con las cosas: el respeto hacia las cosas implica cuidarlas, disfrutar de ellas y usarlas para lo que están hechas; no usarlas sin el permiso de su dueño. 

  • Con las personas: el respeto a los demás significa reconocer su valor único y tratarla como merece. 

  • Con Dios: desde la prehistoria y las primeras manifestaciones humanas, se descubre que el ser humano tiene un sentido innato de un Ser Superior que le ha proporcionado los bienes que posee. Por eso desde su origen, el ser humano ha dado gracias a Dios, le ha mostrado respeto. El respeto que se merece Dios es el más grande y se llama “adoración” (la religión nos enseña a vivir bien esta relación). 

 

Una de las relaciones más especiales que se pueden dar entre las personas es la amistad. La amistad es uno de los grandes regalos de la vida. La amistad implica: 

  • Querer lo mejor para el amigo. Los amigos se hacen mejores personas mutuamente. Esta es una de las señales de la amistad verdadera. 

  • Ayudarles siempre cuando me necesitan: no cuando me apetece o me viene bien.  

  • La amistad es mejor cuanto más se multiplica. No sentirme mal cuando mis amigos se abren a otros grupos. 

 

En definitiva, vivir sin relacionarse adecuadamente con los demás, es fuente de tristeza, porque no estamos hechos para estar solos. Estar abierto a las necesidades de los demás es fuente de alegría  La decisión más importante que podemos tomar en la vida es vivir para los demás  o para nosotros mismos.

 

Desarrollar la actitud del respeto implica entre otras cosas: 

  • Tratar con desinterés a las personas: las personas son mucho más que las cosas, no se usan, ni son “medios” para conseguir algo que necesito. 

  • Respetar la diferencia. Cada persona es única y por tanto todos somos diferentes. No excluir de nuestra relación a las personas que son distintas a nosotros o que no piensan como nosotros o que no nos guste su modo de ser. El hecho de que alguien no nos resulte simpático no le hace menos valioso. 

  • Tratar bien a las personas con las palabras: llamarlas personas por su nombre; hablar bien de ellas y sino podemos hacerlo: callarnos.

  • Cuando me cruzo con alguien le saludo, le sonrío y le miro a los ojos; 

  • Soy puntual porque eso significa que los demás son importantes para mi, respeto su tiempo y no les hago esperar; 

  • Cuando estoy con alguien, le presto toda mi atención (por ejemplo, no miro el móvil); 

  • Me acostumbro a usar tres palabras importantes : gracias, perdón, por favor; pido permiso para coger prestado algo que no es mio.

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