Tema 8: La sinceridad

El ser humano está hecho para llegar a la felicidad y al amor. Y cuando uno quiere llegar a un sitio, necesita saber el camino. La inteligencia es la capacidad que poseemos de conocer cómo somos y cómo ser felices.
Una de las funciones más importantes de la inteligencia es distinguir la verdad de la mentira. La inteligencia no nos dice si el color rojo es más bonito que el azul: eso es una cuestión de gustos. Y cada uno tiene el suyo. Tampoco la inteligencia nos dice si es más divertido el fútbol o el baloncesto: depende de las aficiones de cada uno.
Pero no todo es una cuestión de gustos. Existe una verdad sobre las cosas: por ejemplo, que 2+2= 4, que el hombre es distinto de los animales o que robar es malo. Es decir, cosas que no dependen de los gustos o de las opiniones. Hay cosas que son así aunque yo no las entienda o no me gusten.La inteligencia es lo que hace posible que conozcamos lo que son las cosas: la verdad.
Otra de las funciones de la inteligencia es buscar los porqués de las cosas. Con el estudio, la atención en clase, el interés por aprender y la lectura de buenos libros. No pensar como todos piensan o creer que todo lo que aparece en las redes sociales es verdad. Para eso es vital evitar dos grandes enemigos: la superficialidad y la “pereza mental”.
Otra de las funciones de la inteligencia es saber distinguir el bien del mal, que es imprescindible para ser feliz. Una vez que conocemos cómo son las cosas y como somos nosotros, es más fácil saber cómo ser felices. Esto no depende de lo que "sienta" o de lo que a mi me guste; si actuamos así, no usamos la inteligencia y no podemos orientarnos hacia la felicidad. Esto lo hace la conciencia. Es una voz interior que me dice lo que está bien o mal. ¿Cómo formar nuestra conciencia? pidiendo consejo y preguntando lo que no sé. Las personas inteligentes siempre preguntan lo que no saben porque son conscientes de que tienen que aprender. esto se llama humildad.
Para desarrollar la sinceridad:
Amar la verdad tiene una consecuencia esencial: que seremos felices y haremos más felices a los demás. No hay nada que haga más daño a las relaciones con los demás que el engaño.
Hay un tipo de engaño que es el autoengaño: engañarse a uno mismo: por ejemplo, confundir los deseos con la realidad (quien piensa que ha estudiado mucho” cuando no es verdad objetivamente); o pensar que ya no puedo esforzarme más y en realidad sí puedo pero me da pereza; o pensar que los demás tienen la culpa de mis acciones" .
Decir siempre la verdad: no usar la mentira para no pasarlo mal.
Ser auténtica: no ocultar o disimular mis defectos.
No hacer caso de “lo que se dice por ahí” o de los “cotilleos” y menos aún contarlos.
Evitar las excusas.